jueves, 23 de junio de 2011

Ruta nacional 32: ¿Bendición o maldición?


Hoy en horas de la tarde, el país entero fue nuevamente sacudido.

Pero no por un nuevo terremoto, sino por una lastimosa noticia: Denis Marshall, defensa de la Selección Nacional, y su esposa, fallecieron hoy al colisionar de frente con un vehículo pesado al transitar por la ruta 32.

Esta ya famosa ruta nacional, que atraviesa el hermoso parque nacional Braulio Carrillo, ha tomado dos nuevas víctimas.

Pero no es mi interés hablar de esta gran persona, porque hay cosas más graves que han acontecido a causa de esto.

Es realmente triste ver como los medios periodísticos de este país han desarrollado un nivel de amarillismo y sensacionalismo a tal grado que utilizan desgracias humanas tan sensibles como la muerte de un ser querido para lograr aumentar su rating o las ventas, en el caso respectivo de la televisión y los medios escritos.

La búsqueda de familiares, y las entrevistas lacrimógenos que les hacen, con preguntas dirigidas únicamente a buscar llanto y lágrimas; la caza de “testimonios” donde solo buscan la historia más triste posible, y con la transmisión de fotos y videos que, ¡entre más sangre tenga, mejor!

Parece que los medios de comunicación masiva han encontrado que el morbo de las personas es un punto a considerar a la hora de transmitir las notas periodísticas.  Hay que ser sinceros, esto no es algo nuevo, mas sí lo es la forma enfermiza y semisádica en que lo hacen actualmente.

Ver las tomas del vehículo destrozado, buscar a los familiares que vienen de honras fúnebres para darles la mala noticia y así “obtener la primicia”, buscar a compañeros para preguntar y repreguntar, y hacer un “close- up” a los ojos en busca de lágrimas y hasta tratar de hacer sollozar al bigotón de LaVolpe han sido parte de las lamentables demostraciones que ha hecho la prensa hoy del poco valor que le dan al dolor ajeno.

Señores, hay cosas con las que no se juega.  Y el dolor ajeno es una de ellas.  Ver como se formulan preguntas totalmente dirigidas y con el único fin de causar pena y lástima, o que el entrevistado externe su dolor, me parece que no es periodismo.  Es amarillismo y del peor, porque se usa el dolor ajeno para sacar provecho.

Por favor, desde lo más honde del corazón de este humilde autor, les solicito a los directores de los medios, que se pongan la mano en el corazón y que se sienten a pensar si a ellos les gustaría que les hicieran esa persecución si los afectados son ellas…

Tal vez así se den cuenta del daño que hacen y del dolor que causan en las familias de las víctimas y los accidentes en la ruta nacional 32, y en cualquier otro similar, dejará de ser una bendición para los medios por obtener mayor rating, y será una razón para el abrazo fraterno entre los hermanos costarricenses…

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