miércoles, 17 de noviembre de 2010

¡Perdón señora Aguilar, pero usted está mu equivocada!

¡Muy lamentable que se haya alabado una nota de opinión de este estilo!
Las intenciones de la señora Andrea Aguilar parecen ser las de criticar la hipocresía tan típica de los costarricenses, lo cual apoyamos todos.
Pero en estos momentos, Costa Rica está siendo ocupada por fuerzas armadas nicaragüenses y es una realidad que no se debe de olvidar.
Durante más de 60 años se eliminó el ejército como institución permanente en Costa Rica, pero eso no implica que no se hayan sucitado conflictos bélicos en este país, ¿o es que no recordamos el intento de invasión de 1955?
Costa Rica, dentro de su "pura vida" y su desidia , ha tomado una posición muy tica: hagamso algo pero sin hacer nada; iniciativa del alto mando del Poder Ejecutivo y que apoyo al 100%.
Perdón señora Aguilar, pero en estos momentos tenemos 3 opciones ante la agresión a la soberanía nacional: ir a las armas y combatir (que muchos con la sola idea se quitan más por miedo que por convicciones pacifistas), manifestarse pacíficamente (que es lo que usted critica) o quedarnos de brazos cruzados y no hacer nada (que por la forma en que está redactada su opinión, parece ser su posición y su propuesta).
Si en este país sufrimos de una falta de nacionalismo, no es sino porque ni nos han educado para ello, ni nos queremos educar después.  Si, esta campaña de las banderas se presta para falsos nacionalismos, pero también sirve para ver quien realmente quiere a este país y quien no.
Termino con esta pregunta, señora Aguilar: ¿Si su familia se viera agredida en el vecindario por algún vecino, se quedaría usted de brazos cruzados y lo dejaría pasar como cualquier otra cosa?  ¿O defendería usted a su familia?

jueves, 11 de noviembre de 2010

¡¡INVASIÓN!!

En este mes nuestro país está pasando uno de sus momentos más amargos: primero gran parte de nuestros hermanos han sido golpeados por las fuerzas de la naturaleza; inundaciones deslizamientos, hundimientos, y otros fenómenos similares han afectado y aislado una considerable parte del territorio nacional.  A todos esos hermanos, sepan que este pueblo solidario está con ustedes, y que estamos haciendo lo humanamente posible (y mucho más que eso) para poder ayudarles.

¡¡Pero no solo eso!!  Desde hace más de una semana, tropas nicaragüenses han invadido territorio nacional; para ser específicos, Isla Calero en Pococí, Limón.

Sí, señoras y señores, es una invasión.  No estamos hablando de contaminación ni daño ambiental.  Todo esto está subsumido ante la intromisión de un contingente del ejercito de Nicaragua, el cual ocupó y ocupa territorio costarricense, bajo excusas sin sentido.
Primero, se señaló que eran funcionarios que participaban en el proceso del dragado del río San Juan (labor que de por si es necesaria llevar a cabo).  Al comprobarse una serie de daños y de actos de naturaleza violenta, y al realizarse sobre vuelos por parte de las autoridades nacionales, se comprobó la presencia militar de Nicaragua en territorio nacional, ante lo cual salieron con la nueva excusa de que la incursión es "para combatir el narcotráfico".
Por favor, de ser así, ¿no era más fácil realizar una acción conjunta con las autoridades costarricenses competentes?

En otro orden de ideas, Nicaragua ha intentado que este tema  sea visto como un tema de problemas limítrofes, señalando que tanto el Acuerdo Cañas- Jerez, así como el Laudo Cleveland determinan el territorio ocupado como territorio nicaragüense, apoyados por mapas de Google, y para ello desean acudir a la Corte Internacional en la Haya para que sea este organismo internacional el que dilucide este conflicto. 
Pero no han considerado que ya hay un fallo de la misma Corte Internacional de Justicia dictado hace poco más de un año, el cual señala con claridad los límites entre los dos países.  Además, la empresa Google ya ha aceptado el error de sus mapas y ha señalado que la información que brindan es simplemente de consulta, no son los mapas oficiales y por lo tanto no pueden tomarse como tales.
Pero en todo caso, no se necesita tanto análisis: ¿no es acaso el mismo río San Juan el límite entre las dos naciones?  ¿No es cierto que la margen sur del río San Juan hasta su desembocadura hasta el mar Caribe es territorio costarricense?  ¿De que lado del margen del río San Juan está isla Calero?

Ante esto, llegamos a un punto escabroso pero real.  La incursión de las citadas tropas es una flagrante violación a la soberanía de Costa Rica.  Nótese que el vecino país no ha negado la presencia militar en Costa Rica, ni parece pretender que finalice.  Nada obsta para que empiecen a avanzar hacia centros de población, sabiendo que nuestro país tomó la decisión de ser un país sin ejército, hecho que se ha vuelto tradición y que es parte de la idiosincrasia costarricense, lo cual genera que no haya posibilidad nacional interna para detener a un grupo entrenado en el arte de la guerra que decida tomar nuestro país por las armas.

Atendiendo a esta tradición, Costa Rica ha acudido a la Organización de los Estados Americanos (OEA) con el fin de dar fin a esta invasión por la vía diplomática.
Pese a ello, no se ven avances en este sentido, y más parece que lo que se está dando es un entrabamiento del conflicto y no una solución.

Costarricenses: hemos sido invadidos.  Esto no significa que sean necesarios actos de violencia, ni de xenofobia, ni de agresión; pero si que tenemos que buscar la manera de que la comunidad internacional entienda en primer lugar que este no es un tema limítrofe sino de agresión a la soberanía nacional, y luego de buscar apoyo internacional para lograr un acuerdo y un arreglo pacífico a este acto por parte de Nicaragua.  Para ello, es necesario que nuestro pueblo se manifieste, mediante notas periodísticas, notas de opinión en la prensa, comunicados, redes sociales y similares, para que de forma pacífica, tal como es nuestra tradición de más de medio siglo, y de acuerdo al Derecho Internacional Publico se llegue a la salida pacífica de las tropas de Nicaragua del territorio costarricense, y en específico, de isla Calero.