miércoles, 16 de octubre de 2013

¡MI CASA SE RESPETA!


Una frase que ahora suena muy fácil de decir, pero requirió de muchos meses y de situaciones que unieron a todo un pueblo...

La previa al amor
Es importante en este momento que recordemos lo dicho por Jorge Luis Pinto, cuando al tomar la Selección Nacional, durante la cuadrangular y antes del partido contra Estados Unidos en Denver.

Se cansaba de repetir en todas las conferencias de prensa sobre lo importante que era que el aficionado nacional apoyara a las Selección en este estadio, que dejaran de solicitar jugar en el Ricardo Saprissa o en el Morera Soto, que con un estadio con unas instalaciones propias para desarrollar un fútbol del primer mundo, no se puede despreciar por una añeja costumbre de jugar en esos estadios.

Fueron momentos para el inmueble de La Sabana, en donde la "lejanía del aficionado del campo", el "poco calor del estadio" y "el pésimo rendimiento de la Selección en ese terreno" no le permitían ser la casa del equipo patrio, a pesar de la insistencia del director técnico del equipo patrio.

No fue sino hasta el "partido" en Denver (y lo recalco entre comillas porque ese insulto que se sufrió ese día en una nevada en la que ni los Juegos Olímpicos de Invierno se hubieran llevado a cabo) en que se da ese respaldo del aficionado al estadio, en ese juego contra Jamaica en donde se hace una protesta pacífica e histórica donde todo un estadio le da la espalda a la bandera del Fair Play de FIFA, luego de que el máximo organismo del fútbol mundial nos dio la espalda a nosotros.

Inicia la construcción de la fortaleza 
Y es desde ese momento en que, a estadio lleno, se toma una decisión importante: Costa Rica no va a perder en su cancha.

No importó la velocidad y fuerza de los jamaiquinos, ni el cerrojo que puso Honduras, tampoco fue importante la garra de los panameños; todos fueron superados por los seleccionados.  Y llegó la hora de la verdad, los Estados Unidos.

Este punto culminante demostró que la falta de peso del Estadio Nacional solamente era un mito, que el aficionado se hace sentir en su estadio, que si el Saprissa era una casa de los sustos, en La Sabana teníamos a Freddy Krugger, a Jaws, a la niña de El Aro, a los Pájaros de Hitchcock y eramos capaces de hace sentir una Psicosis total a quien se nos pusiera en frente....

Basta nada más ver los videos en la Internet de la afición cantando el Himno Nacional para sentir esa fuerza del aficionado nacional en el Estadio Nacional.   Y sí, los jugadores lo sintieron y respondieron a ello, y desde su silla frente a los medios lo recalcó y agradeció en la conferencia de prensa respectiva.

Y hoy lo hecho por estos once guerreros no tiene precio...

La sonrisa mayor para el final
Hoy, sigo pensando, era el verdadero reto de la Selección...  enfrentarse a una  Selección Mexicana urgida de puntuar, con necesidad de hacer daño, que aunque pase uno de sus peores momentos futbolísticamente hablando, pero que sigue teniendo todo el talento y calidad de sus jugadores y, algo que nunca se puede dejar de lado, el orgullo suficiente para suplir la falta de conjunto, la falta de ideas y la inexistencia de una idea táctica en el campo.

Fue un gran partido, lleno de emociones, jugadas explosivas, grandes combinaciones y momentos de infarto para ambas naciones.

Y llegó esa genialidad del capitán, un rebote que recoge con su cabeza, en un solo movimiento se quita al defensor, se acomoda para el remate y, al mejor estilo de los pases de Tom Brady, Peyton Manning y Drew Brees, hace un remate que milimétricamente evade el intento de Rafael Marquez y anota un gol de alegría de desahogo y de motivación para todo el grupo...

Poco a poco el partido se ponía más duro, y se hizo aún más cuando por los parlantes del Estadio Nacional se anunció que Panamá iba ganando y dejaba fuera a los mexicanos de la máxima cita del fútbol mundial.

El empate mexicano solamente alargaba la agonía, pero la lectura del técnico nacional cada vez es más precisa...  El cambio atípico de Bryan Ruiz en los primeros minutos de juego, le cambio de posicionamiento debido a la entrada de Saborío y el esfuerzo de la defensa solamente sumaban y sumaban angustia en el aficionado nacional, que más allá que lo que pudiera suceder con el rival, deseaba no perder puntos en su casa, porque el orgullo nacional no se lo permitía...  y porque las angustias ajenas no eran nuestro problema.

Pero cerca del final apareció ese Álvaro Saborío que cual cometa aparece en momentos que parece jugar peor, con una cabeza certera que, con una previa hermosa y con un sello de fútbol puro y del más alto nivel, de Campbel y Gamboa quienes en conjunto lograron un sueño que se deseaba en el corazón de todo el pueblo costarricense: Dejarnos todos los puntos en casa.

Más allá de los 20 años de no vencer a México en suelo nacional, más allá de desnudar el pésimo momento que pasa el "Tri", sin importar que se hizo la tarea para dejar fuera al equipo norteamericano fuera de Brasil 2014, sin importar la lluvia, la angustia y la preocupación vivida, los jugadores de la Selección Nacional demostraron que los procesos de Selección sí dan frutos, que las críticas de los medios no deben ser los que dirijan el rumbo de la Selección, que darle tiempo de trabajo al técnico nacional, los micro ciclos, y el espacio para Selección, son pasos necesarios para estar presente en los mundiales y, especialmente, para ir delineando un equipo que, en estos momentos, tiene el carácter necesario para jugar "de tu a tu" con las potencias...

Muchas gracias muchachos por esta alegría, pero recuerden que no es el fin del camino... aún faltan 7 partidos, 7 batallas contra selecciones de otras latitudes, 7 encuentros en donde se medirá su talento, su coraje, sus ansias de triunfo, su auto respeto y su amor por la camiseta... son solamente 7 partidos los que ahora separan a Costa Rica de traerse la Copa del Mundo a casa... pensar en obtener algo menos que eso es simplemente ser mediocre y este grupo de trabajo, jugadores y cuerpo técnico, han demostrado que no son mediocres y por ello creo que lucharán por salir campeones de Brasil.



Un mensaje para los otros clasificados del área
No quiero terminar sin felicitar a los Estados Unidos por su pase y a los hermanos hondureños por su segundo mundial consecutivo; muchas felicidades a ambos pueblos, porque sus equipos lograron en la cancha, al igual que el nuestro, la meta propuesta en esta eliminatoria.

A nuestros vecinos un abrazo fraterno, estuvimos en esa posición hace 4 años y sabemos cuanto duele... pero también sabemos que de la derrota se aprenden las grandes lecciones, y que dentro de muy poco, en la próxima eliminatoria, Panamá será un claro favorito para una plaza directa al Mundial.

De la situación de México se ha dicho mucho y no es mi interés hablar de la mediocridad de sus jugadores, de el gran problema futbolístico que atraviesan, de lo complicado que tienen el repechaje ni de que están más lejos de Brasil que lo que quieren admitir... pero sí les quiero decir a mis amigos de este país que ustedes no tiene la culpa de que la prensa de su país, los directivos, jugadores y técnicos tengan esa soberbia y ese verbo venenoso que hizo crecer resentimientos en el resto de CONCACAF y que si quieren aprender la lección de lo sucedido, como lo hizo Costa Rica hace 4 años, el camino lo tienen despejado para aprender y corregir... aún están a tiempo.

El reto final...
Costa Rica, la batalla se ha ganado, pero la guerra aún no ha terminado... queremos traernos a nuestro país la Copa del Mundo, pero no por unos días en un gira, sino por 4 años y como Campeones del Mundo...a don Jorge Luis Pinto todo nuestro apoyo en su experiencia mundialista y a los jugadores, recordarles que tienen lo necesario para ser campeones del mundo, solamente les queda hacer algo, reclamar su derecho a serlo y arrancarle ese trofeo de las manos al resto de 31 selecciones que luchan por él....

¿Tendrán el coraje necesario para hacerlo?